Abundancia y Escasez (Reflexiones sobre Abundancia)

Si te hablo de personas abundantes, ¿en quién piensas? Y si te pido que pienses en alguien escaso, ¿en quién piensas? ¿Qué entiendes tú por ser una persona abundante? ¿Y por ser una persona escasa? En el blog de hoy, hablamos de qué es la abundancia y la escasez, en qué se diferencian y cómo podemos aprender a desarrollar la que queramos para nuestra vida.

La abundancia se define como “prosperidad y buena situación económica”. Desde la psicología, la abundancia también incluye tener una riqueza menos tangible como puede ser tener riqueza emocional o mental. Es una característica de personalidad más que se puede atribuir a sentirse agradecido por todo lo que se tiene. La escasez, en cambio, se define como “existencia limitada e insuficiente de algo”. O lo que es lo mismo, sentir que nunca tengo bastante de algo, normalmente, dinero. No solemos sentirnos escasos salvo con el dinero o el amor. ¿Casualidad?

Sentirnos abundantes o escasos depende de nuestra manera de entender el mundo y lo que nos rodea. Tener mentalidad de abundancia es sentirnos prósperos y llenos de posibilidades gracias a todo lo que tenemos y a todo lo que esperamos que nos llegue en un momento u otro. Mientras que tener una mentalidad de escasez es sentir que siempre nos falta algo o que nunca tenemos suficiente de ese algo. Por eso, la mayor diferencia entre la abundancia y la escasez es que con la primera sentimos que podemos crecer y con la segunda no.

Pongamos un ejemplo. Hay unas zapatillas que te encantan y que quieres comprarte. Si piensas abundantemente, dirás “me gustan tanto que vale la pena gastarme el dinero y me las voy a comprar”. Pero si piensas escasamente, dirás “no puedo permitírmelo”. En este ejemplo tan tonto, puede parecer algo fácil, pero cuando lo trasladamos a cantidades mayores de dinero o a buscar pareja o a comprar algo a alguien querido, ese “no puedo permitírmelo” es matador. La escasez nos trae emociones como la frustración, la rabia, la ira y la desmotivación; mientras que la abundancia nos trae ilusión, alegría y esperanza.

Cuando alguien nos habla de prosperidad, de abundancia y que “todo se puede”, la mayoría piensa que esa persona está zumbada. “Es muy fácil hablar cuando ya lo tienes”, pensarás. Sin embargo, desarrollar una mentalidad de abundancia o de escasez, depende principalmente de ti. Se trata de elegir un estilo de vida que te haga sentirte en Bienestar constante o elegir uno que te haga sentir mal. Sin más. Cuando yo te hablo de que cambiar es más fácil de lo que piensas y que por muy mal que estés, se puede salir de ahí, no es porque esté zumbada (a lo mejor un poco, vale, pero no por esto), sino porque he pasado por dónde estás tú ahora.

Cuando estás embarazada, no haces más que encontrarte mujeres embarazadas y bebés. Pues con la abundancia y con la escasez es lo mismo: cuanto más uses una u otra, más fácil te será tenerla en tu día a día. Elegir sentir gratitud por todas y cada una de las cosas que tenemos en nuestra vida, por todo lo que nos hace crecer y estar dónde estamos, es la mejor manera de sentir abundancia. Elegir sentir que nunca es suficiente, que “no puedo permitirme eso” y que en mi vida no hacen más que faltarme cosas, alimenta el sentimiento de escasez. De ti depende dónde quieras poner tu atención y tu bienestar. ¿Hablamos?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio