Abundancia y escasez en la pareja (Reflexiones sobre Abundancia)

En el anterior blog, hablamos de qué es la abundancia y la escasez, en qué se diferencian y qué podemos hacer para desarrollar una u otra en nuestras vidas. En el blog de hoy, hablaremos de cómo puede cambiar tu vida cuando pones tu atención en la abundancia o en la escasez. Esta vez, nos vamos a centrar más en la abundancia y la escasez en la pareja. ¿Te consideras una persona abundante o escasa en el amor? ¿Cuándo estás con alguien das gracias de todo lo que tienes con esa persona? ¿O estás pensando en todo lo que te estás perdiendo o en que no es la persona suficiente para ti?

Normalmente, cuando comenzamos una relación de pareja, estamos tan ilusionados que no vemos nada malo en el otro. Es todo tan bonito, que nos sentimos muy abundantes. Pero cuando empieza se nos pasa el enamoramiento loco del principio, empezamos a ver las cosas que no nos gustan y conectamos con la escasez. De repente, no tenemos suficiente de la otra persona, nos falta algo y nuestra relación ya no es perfecta. ¿Te suena esto? Es lo que más me encuentro en el despacho.

Cuando nos metemos en una relación, tener una mentalidad de abundancia o de escasez en el amor, influye en cómo vivimos esa relación, cómo interpretamos los gestos de amor del otro y qué emociones nos permitimos sentir o no.  Cuando sentimos amor y abundancia, la relación es una aventura que disfrutamos, gozamos y agradecemos cada mimo y momento de intimidad, y nos permitimos sentir alegría, ilusión y felicidad. Pero cuando sentimos amor y escasez, la relación es una tortura porque estamos esperando que el otro se vaya en cualquier momento, dudamos de su amor y de sus gestos, y estamos todo el tiempo ansiosos, irritables y desconfiadas.

Evidentemente, hay veces en las que las relaciones se desgastan y al final sentimos que nos falta de todo, pero cuando esto ocurre es porque no hay amor. Pero cuando hay amor y escasez, estamos buscando todo el tiempo muestras de amor que, cuando llegan, no nos las creemos. Reclamamos y demandamos todo el tiempo y nada de lo que haga o diga el otro nos vale para confiar y sentirnos seguros. Estas relaciones de escasez son muy tóxicas y dañinas porque destruyen cualquier rayito de luz que haya cerca, nos destrozan a nosotras mismos y al otro. Con las relaciones de abundancia, estamos tan seguros de que el otro quiere estar con nosotros, nos sentimos tan confiados y tan agradecidos del crecimiento mutuo, que cada minuto que estás con esa persona, es mejor y mejor.

Una relación de pareja basada en la abundancia mutua y en la confianza, es un regalo que podemos auto-regalarnos cuando queramos. ¿Por qué iba a querer hacerte daño esa persona? ¿Para qué te sirve sentirte tan mal? ¿Es que no eres merecedora de un amor bonito, alegre y feliz? Sentirte una persona valiosa es una característica de las personas que se sienten abundantes. Recuperar ese sentimiento de valía, de merecimiento y de amor propio hará que tus relaciones de pareja (y todas, en realidad) sean mejor que cualquier película que puedas ver. Elegir bien y cuidar tus palabras, prestar atención a aquello que te alimenta y rechazar lo que te destruye, y recuperar tu abundancia personal. ¿Te animas?

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