¿Qué entiendes tú por honestidad, por ser honesto? Según la RAE, ser honesto/a significa «ser razonable, justo». Para mí, se me queda corta esta definición. La honestidad es un valor personal que tiene que ver con los principios de verdad, justicia e integridad moral. Es decir, la gente honesta es la que procura actuar, sentir y pensar de verdad. Es la gente que se quita artificios y habla a sí misma y a los demás desde lo más puro de su ser.

A menudo, la honestidad se confunde con autenticidad y con sinceridad. La autenticidad tiene que ver con ser coherente con lo que se piensa, se hace y se siente. Mientras que la sinceridad, tiene que ver con expresar tu verdad de una manera directa. La persona honesta y la auténtica van de la mano casi siempre.  Pero la sinceridad y la honestidad a veces van de la mano y a veces no, porque la sinceridad es algo más brutal, más de sopetón y la honestidad siempre tiene en cuenta el cuidado propio y ajeno.

Cuando he mencionado en algún post o blog que «seas honesto contigo«, me refiero a que te hables con verdad y con cuidado, que seas coherente y justo. La mejor manera de curar heridas, sobre todo las más profundas, pasa por ser honesto contigo.

Tratarse bien es una habilidad que nos enseñan poco. El diálogo interno puede ser muy dañino a veces, y tenemos que tener desarrollar la atención para cambiarlo. Porque no sólo es cómo nos hablamos a nosotros, sino cómo hablamos a los otros también. Normalmente, somos bastante más duros con nosotros que con el resto, pero siempre hay relación. Pero, ¿cómo nos tratamos honestamente? ¿cómo desarrollamos la honestidad?

Primero que todo, párate y piensa de 1 a 10 (siendo 1 nada y 10 completamente) cuán honesto eres tú con los demás.

¿Lo tienes? Ahora piensa de 1 a 10 cuán honesto eres contigo mismo.

¿Eres igual de honesto con el otro que contigo? Probablemente no, siempre hay uno del que flaqueamos más. Ahora, piensa en qué palabras usas cuando quieres expresar algo que quieres o sientes. Frases como «es que yo soy así» o «es que a mí no me apetecía eso pero como insististe» no son honestas, son justificaciones. Para ser honesto, tienes que hablar en primera persona y decir realmente lo que quieres decir, cuidando tus palabras pero expresándote sin más. Por ejemplo, si digo «es que a mí no me apetecía comer eso pero como insististe…» para no discutir con mi pareja, podría sustituirla por «a mí no me apetecía comer eso pero no quería discutir contigo y cedí». Suena mucho más verdadero, ¿no?

Segundo, da valor a lo que piensas, sientes y haces. A veces, es necesario tener un poco de complejo Cristiano Ronaldo y decirnos que somos muy buenos en algo. «Soy muy buena haciendo postres» o «soy muy bueno cocinando» o «soy muy buena en mi trabajo». Hablarte dándote valor hará que estés más predispuesto a ser honesto contigo y con los demás.

Por último, hablarse con honestidad significa hablarse sin miedo, reconociendo tanto lo bueno como lo malo, sin juzgarlo, sólo reconociendo que está ahí. Puede no gustarme del todo la nariz que tengo, pero está ahí, es mía, no tengo otra y tengo que reconocer que está y que me es útil. Puedo ser muy obsesiva y no gustarme, pero saber que lo soy hará que me trate con compasión, con cuidado, con honestidad.

Ser honesto mejorará tus relaciones con los demás además de mejorar tu relación contigo. Hará que incorpores a tu vida actitudes como la compasión, la ecuanimidad, la templanza y la paciencia. Hará que tu vida sea más fácil y real. Sólo te tienes a ti por el resto de tu existencia, así que háztela fácil y trátate con amor.

Y recuerda, lo estás haciendo bien. ¿Hablamos?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio