Se supone que como psicóloga de pareja que soy, tengo que tener una relación de pareja perfecta, sin grietas ni crisis, porque yo me sé todos los trucos de las relaciones. Así que, cuando algo no va bien en mi relación, como la mayoría de los mortales acudo al gurú de nuestro tiempo, ese que sabe todo lo que yo no sé: el señor de Google. Cuando tecleas las palabras “crisis pareja” en google, después de los anuncios de rigor, aparecen todo tipo de artículos sobre los síntomas de la misma y cómo superarla. Nada muy alentador, la verdad.

Aunque lo peor viene cuando te decides a buscar ayuda profesional y escribes “psicología pareja” en el buscador. ¡Ahora sí que encuentras justo lo que necesitas cuando tu pareja no va como te gustaría! Artículos que hacen referencia a la infidelidad, a las relaciones tóxicas y cómo manipular a tu pareja para que haga lo que tú quieras. Y a esto, hay que sumarle los tests “sobre tu pareja ideal” que veía en la Súper Pop y que aún siguen causando estragos en las relaciones de pareja. Vamos, que no encuentras lo que buscas ni por asomo y, además, acabas más deprimido aún que al principio de la búsqueda con tanta chorrada.

Cuando quieres tener una relación de pareja, significa que te quieres comprometer con una persona concreta a todos los niveles. Física, material, emocional y psicológicamente. Y aquí está donde nos atascamos. Encontrar la manera de compaginar lo mío con lo tuyo a todos los niveles es un trabajo pesado y difícil y, a la vez, hermoso y divertido. Vamos, un rollo. Pero un rollo en el que elegimos meternos una y otra vez… y nos encanta.

Pareja en internet

En una pareja, lo importante es cómo nos sentimos en ella. Sin más. Ese es el quid de la cuestión. Sentir malestar o bienestar en mi relación con el otro. Si estoy con una persona a la que le gusta el sado, la cocina japonesa y es atea, y yo estoy feliz con todo eso, está bien. Aunque a mí me guste el misionero, la cocina mexicana y sea religiosa a muerte. Si no hay malestar, no hay problema. Pero si no puedo con que al otro le apasione la cocina japonesa, me saca de quicio y discutimos todo el tiempo por eso, hay malestar. Hay malestar cuando no tenemos los mismos planes de futuro o éstos son incompatibles entre sí. O cuando sólo hay discusiones y no conseguimos terminar ninguna porque se acumulan una tras otra. O cuando no confío en ti o tú no confías en mí.

Cuando hay algún malestar en mi relación de pareja durante un tiempo largo y veo que va a peor y peor, no me siento bien. Y entonces me siento depre y sin ganas de nada o enfadada todo el tiempo. Es el momento de buscar ayuda. Ayuda de alguien que me ayude a preguntarme cosas importantes, a hablar y a tomar otra perspectiva de la situación. Alguien que me aconseje o que, simplemente, me escuche. Porque a veces, simplemente, no podemos hacerlo nosotros solos. Porque a veces estamos tan metidos en el bucle, que no vemos salida ni tú ni tu pareja. Y porque buscar ayuda no significa nada malo. ¿Hablamos? 

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