El otro día hablando con mi sobrina pequeña, me dijo que ahora (tiene 7 años) sabe «lo importante de la vida, de verdad». Que nos ha oído decirlo muchas veces a los mayores y que por fin sabe lo que queremos decir. «¿El qué?», pregunté yo. «Dormir hasta tarde porque no hay cole». ¡Y lo tenía claro, clarinete! Estaba tan orgullosa de sí misma por haberse dado cuenta de lo guay que es levantarse sin despertador, que no había nadie que se lo pudiera debatir. Con esas edades y con semejantes ocurrencias, se nos despierta la ternura al escucharles.
Claro que, la cosa cambia si hablamos de adultos. Todas y cada una de nosotras está convencida de que sabe de qué va la vida, qué es lo más importante en la vida. Y, por supuesto, las que piensan diferente están equivocadas. Nos ocurre con la orientación sexual, la orientación política, las croquetas, los colores, los perros, las compresas y hasta con el sonido del despertador. Todas creemos saber qué es lo que está bien y mal. Claro que hay personas que creen que lo saben más fuerte que tú. Y en base a eso, nos movemos por la vida y nos relacionamos con los demás.
Las personas solemos juntarnos con personas afines a nosotras. Si no nos gustan los conflictos, nos juntaremos con gente a la que no le guste discutir, normalmente. Y si nos gustan la gente honesta, nos juntaremos con gente que defienda la honestidad. Nos convencemos de que lo importante en la vida es tener dinero o tener un buen trabajo o tener una buena pareja o follar mucho o salir mucho de fiesta o ser súper influcencers. Y seguro que hay personas para las que eso es lo importante en la vida. Es lo más importante en su vida, de hecho.
Con la situación que estamos viviendo ahora, y con todos los rollos de papel higiénico de Madrid agotados, ese tipo de guerra de «estas conmigo o estás contra mí» toma otro sentido aún mayor del que suele tomar. Es una actitud muy común en muchas personas, pero ahora parece que se acentúa un poco más. Entre la ansiedad por estar en casa todo el rato, la incertidumbre con los trabajos y el no saber qué va a pasar mañana, de repente, perdemos valores como el respeto y el cuidado para ponernos en pie de guerra con el que no piense igual que nosotras.
Lo importante de la vida, de verdad de la buena, depende para cada persona. Todas queremos amor y salud y prosperidad, pero la manera en la que las deseamos es distinta. Para mí, lo importante en la vida es crecer a nivel personal, sentir amor y felicidad, y acompañar a personas que necesitan ayuda. Seguro que para ti, es otra cosa, o no. La tolerancia, el respeto, el cuidado y el buen trato tienen que estar por encima de todo cuando te relacionas con alguien, te caiga bien o no, pases 24h al día con él o no. Las palabras que usamos son muy importantes, para con nosotras y para con los demás. Así que, escucha, respira, habla con amor y empatiza, trata de comprender. El mundo no es blanco o negro, es de millones de colores. Si miras el mundo sólo en un color, te pierdes muchas otras cosas.
¿Qué es lo importante de la vida para ti?
