Desde que comencé a estudiar Psicología me interesó el mundo de la terapia asistida con animales. Y, en mi caso más aún la terapia asistida con perros. En España, más de once millones de personas tenemos perros en casa. Los que vivimos con perro, sabemos la cantidad de efectos que producen en las personas. Saben cuándo estamos tristes, cuándo estamos enfermos o cuándo estamos enfadados. Y son una fuente inagotable de amor incondicional. La fiesta que me monta mi perra Luna al llegar a casa, cada día de cada mes de cada año, es amor puro. Viendo todo lo que me ha ayudado mi perra en mi proceso personal, me decidí a estudiar cómo hacer terapia con perros.
La cantidad de beneficios que tiene hacer terapia con animales es casi infinita. A nivel psicológico, los perros ayudan a disminuir la tristeza, la ansiedad, la sensación de soledad y depresión, la impulsividad. Aumenta la autoestima, la memoria y la concentración. Promueve el bienestar y la empatía, la autonomía y la responsabilidad y, además, nos ayudan en la gestión de conflictos. Y, uno de mis beneficios favoritos, nos ayudan a desarrollar amor por nosotros mismos. No está nada mal, ¿no?
Otros beneficios que facilita la terapia con perros:
- Disminuyen los prejuicios y los pensamientos negativos.
- Favorecen la socialización y las relaciones interpersonales.
- Fomentan valores como el respeto y la cooperación.
- Aumentan el sentimiento de pertenencia y de seguridad en el entorno.
- Ayudan a disminuir la tensión, la frecuencia cardíaca y ayudan a controlar la respiración.
- Ayudan a mejorar la comunicación no verbal, la coordinación motora y el equilibrio.
Pero, ¿por qué decidirnos por hacer una terapia con animales? Pues primero y antes que nada, tienen que gustarte los animales. A lo mejor eres más de gatos o de pájaros, pero si te gustan los animales, te encantará la terapia con perros. Incluso aunque te den miedo, te diría que le dieras una oportunidad a la terapia asistida con cualquier animal. Además de todos los beneficios que ya he dicho, también ten en cuenta que los perros nos ofrecen muchas posibilidades que, como humanos, tardaríamos bastante más tiempo en aprender. Por mencionar algunos ejemplos; con los perros podemos entrenar la relajación de manera más rápida e interactiva para casos de ansiedad y angustia. También aprendemos a gestionar los límites de manera mucho más eficaz y sana.
Y, sobre todo, yo te recomiendo la terapia con perros porque se aprende muchísimo acerca del amor propio y hacia los demás. ¿Has sentido alguna vez ese tipo de amor a prueba de bombas, del que da igual qué hagas o digas porque te ese amor siempre va a existir, que es un vínculo inquebrantable? Pues ese es el tipo de amor que dan los animales. Que se diga que son los mejores amigos del ser humano no es casualidad. Llevan tanto tiempo ayudándonos y viviendo en nuestras casas que saben perfectamente cómo desenvolverse con nosotros, saben cómo hacernos sentir queridas.
Así que, anímate a probar una terapia diferente, sobre todo si eres reticente a la terapia convencional. La terapia con animales es una terapia más rápida y más divertida, sin duda. Y si tu eres más de gatos o de cualquier otro animal, busca profesionales que hagan este tipo de terapia con el animal que más te guste. Los animales siempre son un gran apoyo para los procesos personales de cada uno, nos ayudan a sentirnos apoyadas y queridas todo el tiempo. Y eso, tiene un valor incalculable. ¿Hablamos?
